GÉNESIS: 

-Cuando la guerra termina y los buenos pierden.-

El lodo entre las uñas rojizas del mortal era lo único que le separaba de la realidad. Podía ver pequeñas bolitas tierra existir moribundas en el desastre que eran sus manos, tan tenaces de pertenecer en algún lugar dentro de los restos de vísceras atorados en las puntas de sus dedos. Era curiosa la forma en que seguía allí, atrapado y aferrado, a pesar de la violencia con la que sus uñas desgarraron la carne blanda y caliente. El pensamiento de querer terminar con todo y volver a casa para sentarse sobre las extremidades de su mundo entero, le acarició detrás de toda la conmoción muda. Lo esperaría ansioso, con su rostro de belleza devastadora y una bañera lista para cuidarlo como se merece. Él siempre ha adorado de consentirle. Puede ver las alargadas extremidades de amado extenderse hacia él, tan magnéticas y majestuosas como sólo Tony puede.

Pero entonces, sus iris tragan sedientas el carmesí apagado que adorna toda la extensión de su blanca piel, y el brillo de ilusoria inocencia en su pupila desaparece. La conmoción se marcha con la misma rapidez con la que una torre de naipes de desploma, tan trágica e inevitable que sólo queda observar los restos del desastre; Fue como un despertar automático, fugaz e impredecible.

A la distancia puede escuchar sonidos desgarradores de los sobrevivientes —no sabe cómo ha llegado a esa conclusión pero su mente le susurra ese dato, y bueno, él no se queja— y cómo sus huesos crujen lamentosos a causa del peso extra sobre su cuerpo. No podía sentir a conciencia la falta de aire que sus pulmones exigían, tan victimarios ante la enorme placa de metal que envolvió su cuerpo como una armadura llevándolo lejos de la poderosa explosión.

Lo único coherente en su mente, son los faros marrones que le envuelven como si todo el universo dejase de existir, porque el amor y devoción en ese sublime rostro es tan desbordante que lo ciega del enemigo que los tiene con la espada enterrada en el estómago, tan hechos mierda y vencidos que la esperanza está demasiado perdida...hasta que percibe entre jadeos de dolor, algunas suplicas desesperadas de los labios celestiales que brindaron sentido a su vida.

Es Tony quien negocia un cambio de lugares. Súplica al villano invencible por una oportunidad para lo que él considera la gema más importante del infinito, le grita entre pesadas lagrimas que lo deje ir, lo envíe a casa y haga lo que quiera con su pobre existencia.

"...Si alguna vez existió algo importante para ti, comprende que no me es viable perderlo a él. El hechicero tomó su decisión, yo elijo la mía. Deja al chico vivir y destrúyeme a mí. A todo y todos, menos a Peter. Por favor."

Lo último que ve es una luz incandescente tragar lo que más adora en la vida, lo arrastra en un vórtice despiadado, para un microsegundo más tarde, sentir a una masa oscura golpearle con fuerza lejos de la catástrofe. Peter escucha su propia voz desgarrarse violenta, fúrica e impotente y entiende sus gritos como llamadas desesperadas por el hombre.

Él no puede irse sin Tony.

Las manos del ser frágil comienzan a temblar sobre el cráter en el que su cuerpo descansa inerte. Sus entrañas se vuelven presas de un ardor sofocante, es doloroso y desesperante. Su garganta va cerrándose lenta, tan renuente a quebrarse en pedazos y dejar vaciar todo aquel apocalipsis de emociones que se agita en su interior. El sentimiento de pérdida se va extendiendo por sobre sus células de una forma tan agonizante que es difícil concentrarse en respirar.

Hay una mancha café a través de la neblina del líquido en sus ojos, es ella quien aparta el objeto pesado que se adhiere feroz a su piel, para después, con un golpetazo, hacer entrar aire a su cavidad pulmonar. Peter se dobla en dos en un acto reflejo a la vez que sus fosas nasales se expanden desesperadas. Por un segundo la realidad se divide en dos, como una película vieja ve a Tony desapareciendo, su cara se ve desastrosa, hay sangre, sudor y suciedad manchando la perfección de su rostro. Detrás de esa imagen de pesadilla nota unos miserables ojos azules que le miran con cierta preocupación. Es complicado saber si es genuina, porque todo en ese hombre es un reflejo de pérdida y dolor.

— ¿Quién diablos eres, y por qué mierda caíste del cielo? —pregunta el desconocido, sus enormes manos cerrándose amenazantes sobre el pequeño cuello. Es notable la tragedia pintada en su aspecto, luce como un guerrero indigno que ha perdido la guerra. Hay un poco de locura allí, pero ¿quién mierda es él para juzgar la pena del hombre?

Sin poder controlarlo, su voluntad se derrama lejos de sus huesos, floja e indiferente. El castaño se siente igual que sus costillas y brazos rotos, casi similar a un cascarón vacío y quebrajado. No hay nada dentro que él que le empuje a golpear esa masculina e impasible cara lejos, no puede encontrar su típica ferocidad tirar de sus cuerdas, lista para defenderse y sobrevivir.

—Responde ahora mismo o no dudaré en matarte.

La mirada de Peter enfoca a la amenaza. Los ojos cafés le susurran a los azules un "Hazlo ya" agónico y miserable. Porque está tan perdido, que no tiene idea si lo que está presenciando es una alucinación que su cerebro ha creado para traerle un poco de juicio.

Es esa respuesta silenciosa, la que sorprende por completo al soldado, quien se da cuenta que está demasiado exaltado y que no tiene control del dolor transformado en odio que corre por sus sobreviventes venas. Afloja un poco el agarre, un segundo antes que una calculadora y femenina voz, decida el fin de aquel asunto.

—Steve déjalo. Es el conejillo de Stark, Spiderman.

En otro momento Peter objetaría lo dicho por la Viuda Negra, la confrontaría y defendería su estatus de superhéroe...sin embargo, él ya sabe, que Spiderman no está a la altura del cargo.

Él no pudo salvar a quienes amaba. Siente muy dentro de sí mismo que Tony no fue lo único que perdió en esa pelea. Hay un vacío grande en su pecho que le hace rogar porque al menos uno de sus amigos esté bien. Si todo lo que consideraba su mundo y hogar le abandona a una existencia solitaria, Peter sabe que no podrá salir de esa.

Él entiende lo que su extraño poder arácnido le murmura indolente entre sus heridas de guerra. Sus sentidos ya no pueden sentir más a su tía May. Buscarla entre sus entrañas radioactivas es como intentar reconectar una conexión perdida entre cientos...su esencia cálida permanece alejada de su centro, de su mente y percepción. Es igual a un dolor mudo, oculto entre la conmoción de la derrota, pero persistente. Siempre vivo y en espera de un descuido para trepar por sus vertebras y terminar de romperlo.

Bañarse en la culpa y mirar en bucles insaciables lo último que vio de Tony, es su refugio para evitar el miserable descubrimiento de que May está, muy posiblemente, igual de muerta que sus padres. E intenta una, dos, tres y cuatro veces pensar sólo en aquellos ojos marrones diciéndole adiós. Pero es difícil cuando también están las gemas de su tía clavadas en lo profundo de su corazón.

Peter es muy consiente que sin la familia que había construido al lado de May y Tony, él es nada. Tanta nada que quiere volverse una masa real de nada. La pena es el enemigo más poderoso para los perdedores, sus huesos lo saben ahora.

Cuando Steve Rogers lo suelta, su cuerpo se desploma en el piso. La cabeza golpetea contra algunas piedras sobre la tierra, pero al castaño no le importa, es un dolor sordo e insignificante ante el cataclismo que se desata en su juvenil pecho. La contusión sólo toma cierta relevancia cuando la sangre brota de su nuca, resbalándose por su perlado cuello hasta sucumbir en compañía del carmesí muerto pintado sobre en las únicas piezas unidas de su traje.

— Chico, ¿qué te sucedió y dónde está Tony? —porque la agente sabe que si el chico está allí y en esas condiciones, el mencionado no debería estar ajeno a la escena. Ella no duda que ambos castaños tuvieron los mismos problemas que ellos, sólo espera que su ex compañero esté en mejor estado que el muchacho.

Después de todo, sin la armadura Tony sigue siendo tan frágil como cualquier mortal.

Spiderman la mira con un brillo desquiciado asentado justo en sus pupilas. Descubre sin inmutarse que la rusa ya no tiene esa deslumbrante melena roja, es un rubio platino sucio el que le cae sobre los ojos, su cara tiene raspones y heridas, se ve muy jodida pero sigue siendo igual de hermosa. Pero él prefiere ver la magnífica cara de May. Con sus mejillas de ninfa y rasgos de diosa griega.

Peter siente una impulsividad infantil contraerle las entrañas por su ferro deseo de ver a su tía. Es casi igual que aquella vez que Marjorie y Nathan se fueron a un viaje sin regreso, y golpeó tan duro a su tío Ben para correr de vuelta a su vieja casa que May tuvo que explicarle de una vez por todas que sus padres habían ido al cielo, sin oportunidad alguna de volver jamás.

Sólo que esta vez...los brazos anestésicos de su tía no estaban para consolar su cruel despedida. Ni para disminuir el dolor que le embargaba cada que parpadeaba y veía el desesperado rostro de quien consideraba su impulso a mejorar, la meta de sus ambiciones y....su primer y único amor. Peter lo sabía muy bien. Él podía sentir que nunca habría nadie como el filántropo, ni en centenares de años nacería una criatura que pudiera compararse con Tony. Tony era irremplazable.

"....Deja al chico vivir y destrúyeme a mí. A todo y todos, menos a Peter. Por favor."

Entonces el chico se rompe, tan fácil y rápido que opaca el ruido de lamentos ajenos. Él no llora, no pide perdón ni se enfurece lastimoso. Su dolor se fluye diferente, es impactante y sorpresivo para todos, menos para el mismo. Son risotadas vacías su canal de aflicción. Es la risa rota el punto de quiebre en los labios de Benjamin. Como burbujas de muerte emergiendo a la superficie de algún lago oscuro. Es su esperanza el peso muerto que se hunde en las profundidades del agua...las dulces capsulas que emergen revientan como fúnebres carcajadas sin sentido, emoción ni razón.

—Él pudo salvarse.... Pudo estar aquí, respirando y diciendo algún comentario estúpido, pero murió por mi culpa....yo le maté —No se da cuenta, pero de su boca sólo emergen gritos y risas sin fondo, es imposible no mirar al desquiciado niño—. Pudo hacer más de lo que yo nunca haré.

A pesar que todas las pérdidas obtenidas en aquel maldito día, por una vez en su vida Natasha es guiada por su humanidad y se acerca con calma al cuerpo tendido. Sus hábiles manos comienzan a buscar heridas graves y con descuidas caricias intenta acomodar los caóticos rulos cafés, ella intenta llegar un poco a la tempestad culposa dentro de Peter. Siente que enecesita un poco de paz o consuelo, o lo que sea que calme un poco toda la calamidad en el castaño. Es demasiado devastador todo lo que el chico araña lleva dentro de sus iris cafés.

— ¿Cómo murió? —es el hombre de Brooklyn quien hace la pregunta. No hay tacto, sólo una suave ansiedad en la vocal final. El patriarca de América es duro e inflexible, él demanda, no pide. Ordena y ordena como su cargo militar expresa.

—Steve. —advierte con voz tensa.

— Cambió su vida por la mía después de que el Hechicero negociara una gema por la vida de Tony. —después de su revelación nadie sabe que decir. Y Peter, por fin, deja salir los centenares de piezas jodidas que tiene en su interior. —. Yo no debería estar vivo. Tony nunca debió hacer eso, ¡mi destino era morir allá para que él pudiera salvar el universo que necesitaba una solución para este final!

—Calma chico. Tony hiso lo que creyó correcto, si él te dejo abierta una oportunidad para vivir deberías aceptarla y seguir. Todo tiene una razón de ser, sólo intenta ver más allá de tu dolor. Seguramente Tony esperaría más de ti, él supo de lo superarías. Que tú podrías hacerlo mejor que él.

Con un manotazo fuerte, Peter aleja las pálidas manos femeninas que intentan ayudarle. No necesita esa mierda. Lo que quiere es un retroceso, un cambio en las variables....una verdadera oportunidad.

Sin Tony, todos los finales de esa guerra eran una perdida sin esperanza.

— ¿No lo entiendes, verdad? ¡Él debió sobrevivir para matar al titán! Sin Tony no existe ninguna posibilidad de traer a nadie de vuelta. Todos estamos acabados ahora, tan condenados que ni siquiera Thanos vendrá por nosotros para terminar todo. Sabe que realmente perdimos, sino él estaría aquí mismo terminando el trabajo.

Al final el malo había ganado con creces. El villano tenía a los protectores de los universos heridos, perdidos y rotos, y sin oportunidad alguna de arreglar esa desgracia. Y, como un trágico punto extra, el genio defensor de la Tierra estaba muerto. El pequeño rayo de esperanza escondido en las mentes de los ex vengadores se ha apagado como la vulnerable flama de una vela moribunda a merced de vientos salvajes.

Todos ellos saben bien que el único que pudo haber llegado a crear una oportunidad de arreglar todo ese desastre, era Tony Stark. Quien estaba tan muerto, como ellos perdidos.

Hay ruidos sordos amortiguados. Es posible que ahora, lo que queda de la resistencia esté igual de destruidos que él. ¿No era que los buenos siempre ganaban y los malos jamás los vencían?

El ambiente que reina es lamentable, incluso entre las nubes, esos mantos majestuosos se detienen tristes y funestos. Hay lágrimas escurriendo de los cielos sombríos, las gotas caen delgadas y puras, como consuelos húmedos para las penas saladas en las mejillas de los perdedores. La imagen que todos los héroes derrotados brindan al cosmos resulta en un sublime espectáculo frágil de la creación, es como una ver una bandera blanca encarnada en sus lágrimas transparentes en el final de esa pelea.

Peter cierra sus ojos sin fuerzas ni voluntad, y es en ese momento que la imagen tormentosa que tortura su alma desaparece. Sólo basta un segundo, una caricia mental de su sentido de supervivencia que transforma el recuerdo más lamentable de su vida por otro, uno tan aleatorio y turbio, que se pega a su medula como algún virus indeseado.

"Puede ver su sereno perfil. Es tan magnifico que todas sus defensas se pulverizan sin dejar ninguna oportunidad disponible para evitar que su devoción por el hombre se vuelva decreciente. Una brisa cálida atropella sus mechones sedosos y los mueve en una danza sublime, es lenta y armoniosa, pero esa ventisca se introduce mortífera dentro de sus fosas nasales y, Dios, Peter puede sentir al hombre en todos los espacios existentes de sus pulmones.

Sería presuntuoso de su parte declamar que el Señor Stark es la obra de arte más importante en la historia de la humanidad y del universo mismo, porque a él nunca antes le había atraído el arte como a su amiga MJ, él no sabe tanto del arte como ahora lamenta.

Pero podría caminar miles millas alrededor de la tierra en una búsqueda de todas esas insulsas piezas proclamadas como las maravillas del mundo, sólo para compararlas con el espectáculo que tenía en ese instante frente a él: Un Tony en paz, feliz y satisfecho. El universo era una masa sombría en comparación del brillo que esos mundos marrones contenían en las pupilas de Tony Stark. Era como una supernova calentando parte del mismísimo cosmos.

—Peter, escúchame bien. Esta es la única vez que me escucharás decirlo así que retenlo en tu revoltosa mente, guárdalo en tu memoria adolescente y no lo olvides.

«...Todo esto, ser un superhéroe, de forma accidental o por decisión no es algo fácil de tomar. Ya que una vez que lo escoges estás obligado a elegirlo otra vez...hasta que tus huesos se rompan en decenas de pedazos y tú carne sangre de puro dolor. Porque desde que juegas de este lado, descubres que jamás volverás a tener paz si no estás protegiendo algo. Y una vez que encuentras ese anhelo de protección, es imposible dejarlo ir. No sirve vivir si eres incapaz de proteger lo que te importa.

Pero, al final del día, me doy cuenta del alcance que todo esto tiene. Pienso en toda esa gente inocente y vulnerable a los males existentes en el universo...Sabes que esto no se trata de uno mismo, no es de mí y de ti. Tampoco de la gente que amamos y que protegeríamos con uñas y armas. Se trata del legado, el legado que dejamos para las futuras generaciones. No es sobre nosotros. Es sobre todo lo que existe tras de nuestras vidas y de las vidas que conocemos."»

Entonces Tony sonríe de una forma tan brillante que es como si todas las estrellas en el cosmos se alinearan perfectas y fuesen drenadas por esas gemas blancas que se asoman entre sus labios preciosos. Y Peter, a pesar de estar a 150 millones de kilómetros de distancia del Sol, siente lo que cualquier criatura sentiría en caso de tenerlo frente a su cara. Terror y fascinación mezclados tan bien, que es difícil diferenciar uno del otro.

Pero una cosa es segura. De la misma manera con la que un héroe siente que no hay vuelta atrás en la carga que ha acogido, un humano se doblega ante todo lo que Tony Stark llega a encarnar...tanta vulnerabilidad y fuerza, bondad y malicia, inteligencia e imprudencia. Belleza y mortalidad. Es Tony lo que Peter necesita para aferrar con fuerza su traje de Spiderman y aceptar todo lo que ser héroe representa.

Él entiende que no se trata de sí mismo ni de las vidas que aprecia, pero sabe que es egoísta y que siempre pondrá esas vidas sobre nada más."

De un instante a otro los ojos cafés se abren como si algún fantasma le hubiese susurrado su nombre, y se quedan viendo el cielo, tan hermoso e insignificante. Spiderman está rasgando el interior de Parker, introduciendo salvajemente una ponzoña poderosa en cada espacio de su cuerpo y calentando su sangre con una curación apresurada.

Peter siente como sus huesos crujen al hacerse del control de nuevo, y su carne en mal estado se rompe en pedazos. Es extraña la forma con la que aprecia la regeneración de tejidos, pero no le da la importancia suficiente, su mente no puede dejar de pensar en esas palabras. Él no puede dejar de ver a la anciana de los churros, a la niña de la bicicleta perdida ni al adolescente punk que perdió a su perro y lloró feliz cuando el agradable vecino se lo entregó sano y salvo. Tampoco deja morir la esperanza en su pecho que le grita que May podría estar viva, que Michelle y Ned están preocupados y desquiciados por su insólita desaparición en el autobús, y que posiblemente, él resulta de utilidad en aquel desastre.

Peter Benjamin Parker se jura con todo ese dolor ardiente, esa sangre y lágrimas derramadas, con todas las muertes que lleva sobre la espalda y con su vida misma que arreglará ese caos, que reconstruirá lo roto y hará pagar el daño... Se jura tan fuerte que creará nuevas oportunidades y esta vez, las cosas serán a su manera.

Después de todo, él también es un genio. Y si Tony lo escogió sobre sí mismo algo positivo debió de ver en él.

Nadie se da cuenta del momento en que el maltrecho muchacho se ha levantado del miserable estado en el que se encontraba. Sigue teniendo un aspecto terrible, lleno de sangre, suciedad y con la ropa hecha pedazos milagrosamente unidos, pero hay algo nuevo en sus ojos. Natasha ve los contrastes con claridad, es una cosa ardiente y oscura. El chico se refleja tan vivo y vacío. Steve, por su parte, sólo mira algo parecido al fuego consumir el dolor del chico. Para su sorpresa no es rabia, sino coraje y violencia inteligente.

—Viuda Negra, Capitán, ya lo veo con claridad. Ahora veo que es lo que debemos hacer. —el castaño busca algo entre su traje.

La avidez con la que destroza algunas partes y comienza a crear algo con pequeños pedazos del mismo atrae la atención de la mayoría. Nadie entiende lo que está haciendo al arrancar piezas del cuerpo inerte del androide que perece en el suelo, ni buscan respuestas, sólo se quedan observando y esperando. La criatura genéticamente modificada y de apariencia animal se acerca alerta, incluso el ex monstruo verde ha sido capturado en el confuso actuar del chico. Cuando Peter termina, ha arreglado un poco los controles principales de su traje. Él no podrá accionar sus telarañas ni elevarse en los aires, pero sí puede acceder a Karen y a través de esta pedir ayuda a quien esté a cargo de Friday.

Por lo que eso es lo que hace. Peter envía una señal de auxilio a la base de a IA de Tony, y espera confiado que algún Mark o la guardia de S.H.I.E.L.D aparezca en las próximas horas. Él pudo haber pedido ayuda a uno de los ex agentes que seguían vivos y que le miraban con cautela, pero, tras haber peleado antes con ellos no sabe que esperar. Así que lo hará al modo en que como pupilo de Tony debería hacer. Lo hace como a Tony le hubiese enorgullecido.

—Hemos perdido la guerra, sí. Pero no olvidemos que esto no es sobre nosotros. No se trata de nuestras perdidas, del dolor y la pena. Tampoco de la derrota y la falta de esperanza... Es sobre todo lo que existe tras de nuestras vidas y de las vidas que conocemos. —puede que Peter nunca haya sido un chico de palabras profundas ni de brindar inspiración, pero él confía en lo que está diciendo. Porque Tony creía en eso, y puede que él esté muerto pero jamás será olvidado. —. Se trata del legado, el legado que dejamos para las futuras generaciones y de proteger a toda esa gente inocente y vulnerable que no puede enfrentar el mal en el universo.

— ¿Te refieres a todas las personas que dejamos morir? ¿Cómo vamos a proteger algo que ya no está?

—Protegiendo lo que ellas dejaron, cuidando lo poco que nos queda y reconstruyendo todo lo que rompimos y permitimos dañar. Por lo que, como el único discípulo de Tony Stark les demando que levanten esas miserables caras y sigan adelante. Tenemos mucho trabajo que hacer si queremos darle sentido a una pelea perdida. —Hay una sensación que embarga el pecho hueco del joven de Queens, es dulce y salvaje. Tanto que siente subir su insulina por sus venas como un veneno caliente y frío al mismo tiempo.

Él acepta el regalo que Tony le ha dado, y lo valora.

—Por lo que nos sugiero a todos un descanso largo, una buena comida y una convivencia forzada. No sabemos en qué momento una amenaza nueva vendrá por nosotros. A partir de ahora somos todo lo que el universo tiene para defenderle. —es el más joven de todo aquel grupo quien se recompone de inmediato. Parece que acaba de despertar de algún letargo y no ha perdido todo lo que tenía, y nadie allí tiene derecho, valor o ganas de juzgar su actitud. Todos están tan o más jodidos que él.

Después de aquellas palabras los héroes comienzan a moverse, ninguno quiere seguir tirado en el piso como un vegetal lamentoso. Hay presentaciones, miradas tensas y falsa fortaleza. Pero se abren a confiar entre todos. Ya que, al final del día, sólo ellos mismos pueden llegar a comprender el dolor que llevan sobre la espalda. Al término de aquella perdida los llantos lastimosos han parado como si la madre naturaleza hubiese arrullado los corazones sangrantes de los sobrevivientes, y en su lugar dejase un consuelo anestésico. La resistencia siente lo que Tony quiso decir hacía mucho, comprenden que deben seguir peleando hasta que el verdadero fin les llegue.

La esperanza podría estar muerta, pero los nuevos vengadores no. Y mientras alguno de los héroes viviera las posibilidades de arreglar todo ese desastre estarían igual de vivas.

Ese tal vez había sido un capítulo triste, pero ese no era el final de la historia.