Estaba inquieta, hace 1 semana fue la carrera... en esta semana no supe nada de Hiroshi, ni siquiera contesta mis mensajes y llamadas. fui a buscarlo a la residencia dónde vive, toque varias veces la puerta y nadie respondía, decidí abrir la puerta y fui a buscarlo en su habitación. No había nadie. Suspiré y me senté en el sillón del lobby. Esperando al menos un mensaje de él.

—Joder Hiroshi... ¿Dónde estás?—después de un rato decidí ir a mi casa.

3 semanas después y seguíamos en las mismas condiciones. Me harté y lo he buscado de nuevo. Le llamé a su celular y le dije que nos viéramos en persona.

Al llegar al lugar lo pude ver, me acerque lo más rápido posible.

—Y/N.—se intentó acercar y abrazarme así que lo evité.— ¿De qué quieres hablar?

—Terminamos.—dije directamente.— no pienso esperar a que tú me llames, entiendo que sea tu carrera, pero han pasado 4 semanas y no tengo ni un mensaje tuyo y mucho menos una llamada desde que llegaste al décimo lugar, pero, ¿era necesario que te comportas así?

—Y/N... yo lo siento, de verdad.— Sus manos se posaron en mis hombros.—No quería lastimarte de esa forma.

—Pero lo hiciste. Es mejor tomar nuestros caminos por separado.—retire sus manos de mis hombros .

Hiroshi me miraba con ojos llenos de arrepentimiento y tristeza. Trataba de encontrar las palabras adecuadas, pero parecía luchar por expresarse.

—Y/N, entiendo que estés enojada y decepcionada —dijo con voz temblorosa—. No tengo excusas para justificar mi comportamiento. He sido egoísta y te he lastimado, y por eso te pido perdón de todo corazón de nuevo.

—Hiroshi, te escuché decir "lo siento" muchas veces, pero las disculpas ya no pueden cambiar el pasado —le respondí con voz firme—. Nuestra relación se basaba en confianza y comunicación, y eso se ha roto. No puedo seguir aferrándome a algo que ya no existe.

Sus ojos reflejaron un destello de dolor y resignación.

—Y/N, te amo, por favor dame otra oportunidad.—susurró, sus palabras cargadas de tristeza—. Si pudiera volver atrás, haría las cosas de manera diferente.

Suspire pesadamente.

—No puedo seguir esperando a alguien que no está dispuesto a luchar por nosotros. Me duele decirlo, pero es hora de que sigamos adelante por separado.

Sin esperar más, me marche dejando atrás a Hiroshi, sintiendo un nudo en mi garganta. Sabía que el camino sería difícil.